Pueblo de Mar
La vida cotidiana de el pueblo costero de Barrio del Carmen es complicada. Las leyes del país prohíben la pesca de arrastre, una técnica que practicaban sus pescadores, pero que fue vetada al ser considerada perjudicial para el ecosistema marino y es incompatible con el desarrollo sostenible, tan central de las políticas costarricenses. El panorama laboral es complicado
Con la principal actividad económica del pueblo restringida, las personas han debido de encontrar nuevas formas de generar ingresos, como implementar pequeños negocios de abarrotes en sus hogares, o incursionar en prácticas ilegales, como la venta productos pesqueros de especies protegidas para sobrevivir con lo básico. Para quienes están desocupados, las horas de ocio se acumulan esperando que el gobierno se acuerde de ellos y les brinde apoyo.
Desde afuera Costa Rica se percibe como un país de paz, pero adentro hay luchas y conflictos diarios como en cualquier lugar de latinoamérica. A pesar de ser un país desmilitarizado, existen profundas divisiones de índole económica que están conduciendo a la nación a desequilibrios sociales muy marcados, lo que conduce a una violencia social producto de la insatisfacción de no contar con lo mínimo. De tener una voz reducida ante el gobierno que no admite las carencias genuinas de los habitantes de la costa y demás zonas rurales.
Sea Town
The daily life of the coastal town of Barrio del Carmen is complicated. The country’s laws prohibit trawling, a technique practiced by its fishermen, but it was vetoed because it was considered harmful to the marine ecosystem and is incompatible with the sustainable development that is so central to Costa Rican policies. The job scene is complicated.
With the people’s main economic activity restricted, people have had to find new ways to generate income, such as setting up small grocery stores in their homes, or dabbling in illegal practices, such as the sale of fishery products of protected species in order to survive with the basics. For those who are unemployed, leisure hours accumulate in the hope that the government will remember and support them.
From outside Costa Rica is perceived as a country of peace, but inside there are daily struggles and conflicts as anywhere in Latin America. Despite being a demilitarized country, there are deep divisions of an economic nature that are leading the nation to very marked social imbalances, leading to social violence resulting from dissatisfaction with the lack of a minimum. To have a reduced voice before the government that does not admit the genuine needs of the inhabitants of the coast and other rural areas.